POT FANFIC: Chaotic Christmas Dinner Parte 1

I-

Mika volvió a darle un leve sorbo a su té de frambuesa y tiró de las mangas de su jersey para cubrirse  las manos mientras escuchaba a Isuzu y Alex medio discutir. Un intenso debate sobre videojuegos en el que ni ella, ni Kameko, ni Yukiko quisieron entrar.
En ese momento la puerta de la cafetería se abrió y una figura sobradamente conocida por las cinco amigas entró. La joven pidió un chocolate caliente especiado antes de acercarse a la mesa.

— Siento el retraso — Dijo, quitándose la bufanda y el abrigo y sentándose. Luego miró a Alex e Isuzu, que habían parado de debatir ligeramente solo para saludar y volver rápidamente a lo suyo — ¿Y a estas que les pasa?

— Videojuegos versus mundo real — resumió Yukiko mientras jugueteaba con algunos de los mechones sueltos que nunca conseguía acoplar a la trenza en la que solía recogerse su largo cabello castaño intenso, dejando a la recién llegada igual que antes de preguntarlo.

Mika rio ante la cara de Mizuki y entre ella y Kameko le contaron lo ocurrido. Al parecer, Alex había empezado a hablar del último videojuego que se había comprado, uno de tenis, y a Isuzu le había parecido algo tonto, pudiendo jugar un partido de verdad.

— Vamos, lo de siempre.... — sentenció Mizuki, sonriendo de medio lado, divertida, y quitándose los guantes. una camarera se acercó con una taza de chocolate caliente y lo puso delante de la chica. Ella le dio las gracias y tomó un pequeño trago, alejando la taza con rapidez — ¡Arde!

— Mechas nuevas, Mizu? — Preguntó Isuzu, dejando de discutir con Alex y mirándole con curiosidad el pelo con sus dos enormes ojos anaranjados. La aludida asintió, sonriendo.

Mizuki Hayashi tenía el pelo negro, pero era habitual en ella el teñirse las puntas de otros colores, aunque siempre de un mismo color, nunca estilo arcoiris. En aquel momento las llevaba de un azul aguamarina intenso. Decía que esos looks eran propios de las rockeras. Noriko, en cambio, solía bromear diciendo que lo que quería era llamar la atención de su primo, Ryô Shishido.

Las seis amigas no se parecían en nada a simple vista, lejos de su aspecto físico. Mizuki era una enamorada de la música que tenía grupo de rock propio y estudiaba en el conservatorio. Había sido estudiante del Hyotei en sus años de secundaria. Era un tanto bruta y algo marimacho a la hora de actuar, amante de los comics, muy alegre, optimista, enérgica y un poco arrogante, aunque especialmente buena tomándole el pelo a los antiguos miembros del equipo de tenis masculino, en especial a Shishido y Atobe.

Yukiko tenía un talento único para el patinaje artístico y el piano, y se dedicaba profesionalmente a lo primero. De carácter distante, frío, algo brusco y serio, lo que hizo que los estudiantes del Seigaku la apodaran Yukihime, era mucho más cálida y cercana con sus amigos. Pese a todo, con su primo Kaoru Kaidoh compartía un semblante falsamente intimidante debido al carácter tímido de ambos y cierto amor por los animales.

Alex era de familia inglesa y, aunque no le costó demasiado habituarse a las costumbres de Japón y a la escuela secundaria Rikkai, su acento era un tanto extraño. De apariencia silenciosa, seria y reservada, era, en realidad, alegre, entusiasta y con gran sentido del humor con sus amigos. Amante del tenis, su meta en la vida era entrar a trabajar a una empresa de videojuegos, su otra gran pasión. Natural y auténtica en cuanto a sentimientos y emociones, le encantaba pelearse con Akaya, pero esa era su forma de llevarse bien.

Isuzu había sido capitana del equipo de tenis femenino del Yamabuki durante sus años de secundaria baja y secundaria alta, donde la habían acabado apodando Miss Fortune y había forjado una extraña relación con Kiyosumi Sengoku. Pero una lesión había causado que no pudiera convertirse en jugadora profesional, por lo que ahora estudiaba historia antigua en la universidad y dedicaba parte de su tiempo libre a entrenar a futuras promesas del tenis.

Mika era tranquila y muy tímida, más bien callada y con una fuerte tendencia a ruborizarse a menudo, lo que había limitado mucho su relación con los demás. Por suerte para ella había acabado haciéndose amiga de Yukiko y Ayaka y, aunque la primera era incluso más callada que ella, Ayaka era lo suficientemente abierta como para lograr presentarle a otras chicas y acabar formando un grupo de amigas de lo más variopinto (y eso sin mencionar a los chicos). Diligente, amante del dibujo, el arte en general y del karaoke, Mika había pertenecido al club de tenis femenino del Seigaku, llegando a ser sub-capitana de la división de secundaria alta, y, tras graduarse y animada por sus amigas, se había matriculado en la facultad de artes, donde despuntaba bastante.

Kameko era la mayor de todas, sacándoles entre dos y tres años al resto, y a la que conocían a través de Alex, ya que también había sido estudiante del Rikkai, siendo la hermana mayor de Akaya Kirihara. Alegre, trabajadora, honesta, ejercía de hermana mayor con la mayoría de sus conocidos, le encantaba el karaoke (y, para que mentir, también el sake), se tomaba las victorias como un regalo y las derrotas con filosofía, aunque en los partidos de tenis podía llegar a ser poco piadosa e implacable. Actualmente era jugadora profesional, siendo conocida como la Emperatriz de la tierra batida, pues despuntaba especialmente en ese tipo de pistas. También era bastante bromista y una friki del cosplay, algo que los medios de comunicación querían evadir para, seguramente, no dañar su imagen, aunque ella estaba muy orgullosa de ello.

Pero, curiosamente, las ocho se llevaban bastante bien. ¿Las ocho? si, porque ni Noriko ni Ayaka estaban presentes. La primera había sido medio secuestrada por Atobe esa misma mañana. Bastante más bruta y marimacho que Mizuki, independiente, directa, perezosa, resuelta y con muchísimo morro, nadie sabía bien como ella y Atobe habían acabado saliendo juntos, siendo la pareja más antigua y estable de todo el grupo de amigos. En cuanto a Ayaka, ni siquiera estaba en Japón. Tras graduarse en secundaria superior, donde había sido famosa por ser la capitana del equipo de kendo femenino más dura de los últimos 20 años, se había ido a Europa a estudiar fotografía y así poder perder de vista a su padrastro. Esa era la versión oficial porque sus amigas estaban convencidas de que la independiente de Aya se había ido, en mayor parte, para seguir a Tezuka, el ex-capitán del equipo de tenis masculino del Seigaku que había partido a Alemania hacía ya 5 o 6 años para convertirse en jugador profesional. Pero esa era otra historia.

En aquellos momentos a Mika le rondaban otras cosas por la cabeza.

— Ey, chicas...... — Las cinco chicas dejaron de parlotear y la miraron — Se me ha ocurrido algo... llevo algunos días pensándolo.... pero no sé si os gustará la idea....

— Desembucha — le soltó Kameko, clavándole su intensa mirada grisácea.

—Pues había pensado... que estaría bien quedar para cenar estas navidades... — las demás se miraron entre sí — es decir, solo chicas... Al parecer Ayaka va a venir y sería un buen momento para quedar. Hace tiempo que no estamos todas juntas

— ¡Gran idea! — El grito de Mizuki rompió el pequeño silencio que se había instalado en la mesa

— Eso estaría muy bien — Opinó Yukiko, sonriendo levemente.

— Es un gran plan, Mika - Dijo Kameko

— ¡Yo quiero ir a un italiano!- decía Isuzu, emocionada — ¡Pizza, pizza!

— Italianos otra vez no, Furukawa — sentenció Alex —mejor algo más típico.

— Jooo....pero yo....— se quejó Isuzu, poniendo carita de cordero.

— No. Ayaka estará cansada de comida occidental. — Cortó la rubia, cruzándose de brazos.

Mizuki se reía mientras Alex e Isuzu discutían sobre la comida.

— ¿Llamas tú a Aya-chan? — le preguntó Yukiko a Mika, ignorando el escándalo que tenían montado las otras tres.

— Si, yo le aviso —aseguró la aludida, sonriendo.

— Pensaba que también invitarías a Tezuka- dijo Kameko —como las últimas veces han venido juntos a Japón...

— Al parecer, esta vez Tezuka-sempai no va a venir — Había dejado de ser su sempai hace años, pero Mika aún no lograba dejar del todo la costumbre de llamarle así.

— Una pena.... A Kaoru y Takeshi les hubiese encantado verle.... — Comentó Yukiko. Su primo Kaoru Kaidoh y Takeshi Momoshiro (Del cual las chicas opinaban que siempre había querido salir con Yukiko  y ahora parecía que ella le estaba dando cuerda) habían estado con Tezuka en el equipo de tenis y, a su marcha, se habían quedado como capitán y sub-capitán respectivamente.

— ¿Cómo siguen esos dos, Yuki-chan? — Preguntó Isuzu. Alex asintió, como enfatizando la pregunta.

— Igual que siempre. Peleándose, quedando para jugar al tenis, salir a comer y comer hamburguesas, mas pelas.... yo no los entiendo — respondió la aludida, suspirando — Por cierto, Mika-chan, Kaoru te manda recuerdos. Me dijo que si te veía te recordase que os queda pendiente un partido de tenis por jugar.

Mika asintió levemente con la cabeza, hundiendo parte del rostro en el cuello vuelto del jersey al sentir como un fuerte rubor se apoderaba de su cara. Alex, Mizuki y Kameko intercambiaron miradas cómplices mientras Isuzu le dedicaba una sonrisa insinuante a la chica y Yukiko lo dejaba estar.